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EXPOSICIÓN AL SOL Y VITAMINA D

¡El verano ha llegado y con él, la maravillosa exposición al sol! Durante esta temporada, todos queremos disfrutar de los rayos cálidos del sol y sumergirnos en actividades al aire libre. Sin embargo, es esencial comprender cómo obtener los beneficios del sol sin dañar nuestra piel. En este artículo, aprenderemos la forma adecuada de aprovechar los beneficios del sol mientras cuidamos nuestra piel.

El sol es un elemento fundamental para nuestra salud y bienestar, ya que, su luz nos provee de vitamina D, algo de lo que hablaremos más adelante. Aunque la exposición excesiva al sol puede generar fotoenvejecimiento cutáneo y, en algunos casos, lesiones malignas, es importante recordar que exponerse al sol de manera moderada tiene muchos más beneficios que perjuicios para nuestra salud. El problema radica en que, en la mayoría de los casos, pasamos la mayor parte del tiempo en espacios cerrados durante el año y, de repente, en verano nos exponemos sin protección durante largas horas bajo el sol intenso. Esto sería parecido a pasar todo el día sentado y luego pretender correr una maratón repentinamente. Nuestra piel necesita adaptación gradual a la exposición solar para evitar daños innecesarios.

Es importante resaltar que no hay pruebas científicas que demuestren que una exposición moderada al sol incremente significativamente el riesgo de desarrollar cánceres benignos o el melanoma, el tipo más letal de cáncer de piel. De hecho, diversos estudios sugieren que quienes pasan la mayor parte del tiempo en espacios cerrados, como oficinas o edificios, presentan una mayor incidencia de melanoma en comparación con aquellos que trabajan al aire libre y están expuestos al sol durante todo el día.

Ahora bien, ¿por qué es tan crucial la exposición al sol? La respuesta radica en la vitamina D, cuya principal fuente es la radiación solar. La vitamina D es considerada una hormona y su deficiencia es una de las carencias nutricionales más comunes a nivel mundial, afectando a al menos mil millones de personas. Juega un papel fundamental en el buen funcionamiento del sistema inmunológico y se ha relacionado con una lista abrumadora de enfermedades. Si bien la mayoría de las enfermedades tienen múltiples factores causales, la vitamina D es esencial para mantener nuestro sistema inmunológico en óptimas condiciones.

Entonces, ¿cómo podemos encontrar el equilibrio perfecto para una exposición segura y beneficiosa al sol durante el verano? Aquí hay algunos consejos prácticos, teniendo en cuenta la exposición Holick: estimar, exponer y proteger.

El equilibrio perfecto para una exposición segura y beneficiosa al sol durante el verano, según las recomendaciones del Dr. Michael Holick y otros expertos, puede lograrse siguiendo estos consejos:

1. Conoce tu tipo de piel: Comprender tu tipo de piel te ayudará a determinar cuánto tiempo puedes estar expuesto al sol sin riesgos excesivos. Las personas con piel clara y sensibilidad al sol pueden requerir menos tiempo de exposición que aquellas con piel más oscura.

2. Exposición gradual: Comienza con sesiones cortas de exposición al sol, especialmente durante las horas de menor intensidad (temprano en la mañana o al final de la tarde). A medida que tu piel se vaya adaptando, puedes aumentar gradualmente el tiempo de exposición.

3. Tiempo de exposición: Según las recomendaciones del Dr. Holick, para la producción adecuada de vitamina D, se sugiere exponer los brazos y las piernas al sol durante 5-15 minutos al menos dos veces por semana. Sin embargo, esto puede variar según tu ubicación geográfica y la época del año. En este tiempo no se requiere el uso de protección solar, se debería de utilizar una vez superado ese tiempo estimado.

4. Protección solar: Durante la exposición al sol, es fundamental proteger tu piel. Aplica un protector solar de amplio espectro con un factor de protección solar (FPS) adecuado para tu tipo de piel. Además, utiliza ropa protectora, sombreros y gafas de sol para proteger áreas adicionales del cuerpo y reducir el riesgo de quemaduras solares.

5. Evita las horas pico de radiación: Las horas de mayor intensidad solar suelen ser entre las 10 a.m. y las 4 p.m. Durante este tiempo, la radiación ultravioleta es más fuerte y aumenta el riesgo de daño solar. Intenta realizar actividades al aire libre antes o después de este período.

6. Factores individuales: Ten en cuenta que las recomendaciones pueden variar según tus características individuales, como el tono de piel, la edad, la ubicación geográfica y la estación del año. Consulta a un profesional de la salud para obtener recomendaciones personalizadas.

7. Alimentación equilibrada: Además de la exposición al sol, asegúrate de obtener vitamina D a través de una dieta equilibrada. Los alimentos ricos en vitamina D incluyen pescados grasos (como el salmón y la caballa), yema de huevo y productos lácteos fortificados.

Recuerda que el equilibrio es fundamental. Obtener una exposición moderada al sol puede proporcionar beneficios para la salud, como la producción de vitamina D, pero es importante evitar la sobreexposición y proteger la piel adecuadamente. Siempre consulta a un profesional de la salud si tienes alguna preocupación o pregunta específica sobre tu exposición al sol y la vitamina D.

La exposición al sol y la obtención de vitamina D son aspectos esenciales para nuestra salud y bienestar general. Siguiendo una exposición gradual, utilizando protección solar, evitando las horas de mayor radiación, manteniendo una alimentación equilibrada y consultando a un profesional de la salud, podemos encontrar el equilibrio adecuado para aprovechar los beneficios del sol durante el verano. Recuerda que la clave está en la moderación y el cuidado responsable. 

¡Disfruta de un verano saludable y feliz mientras te mantienes protegido!


Fuentes:

– «La Vitamina de la Felicidad» (Michael F. Holick)

– «Es la microbiota, idiota» (Sari Arponen)

– The role of inflammation in depressiin: from evolutionary imperative to modern treatmentarget.

– A meta-analysis of cytokines in major depression.

– The relationship between the dietary inflammatory index and incident depressivesyntom.