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SALUD FEMENINA: CICLO MENSTRUAL Y HORMONAS

¿Alguna vez te has parado a pensar o has sentido curiosidad sobre lo que ocurre en nuestro cuerpo, el de las mujeres, mes a mes? No estamos hablando solo de períodos; nos referimos a un asombroso recorrido a través de cambios hormonales que no solo afectan nuestro cuerpo, sino también nuestras emociones. En esta entrada, exploraremos paso a paso lo que ocurre en nuestro cuerpo y la razón de por qué a veces estamos eufóricas perdidas y otras solo queremos llorar.

Fases del Ciclo Menstrual

El ciclo, comienza con la Menstruación, un período donde el útero libera el revestimiento previamente preparado en ausencia de fertilización. Esta fase, a menudo asociada con el término «período o regla». Tiene una duración de entre 3 y 7 días.

La Fase Folicular entra en escena después de la menstruación. Durante esta etapa, el cuerpo femenino se prepara para la ovulación. El folículo dominante madura en el ovario, liberando gradualmente estrógeno, la hormona maestra de esta fase. El aumento de estrógeno impulsa la regeneración del revestimiento uterino y estimula la producción de moco cervical, creando un ambiente propicio para los espermatozoides. De entre 7 a 10 días antes de la ovulación.

Luego, se presenta la Ovulación, una fase breve pero crucial (entre 24-48h). Un óvulo maduro es liberado del ovario y viaja a través de la trompa de Falopio, listo para ser fertilizado. Este momento está marcado por un aumento significativo en la hormona luteinizante (LH), desencadenando la liberación del óvulo.

Finalmente, llegamos a la Fase Lútea, donde el cuerpo se prepara para un posible embarazo. Después de la ovulación, el folículo vacío se transforma en el cuerpo lúteo, que produce progesterona. Esta hormona prepara el revestimiento uterino para la implantación del óvulo fertilizado. Si la fertilización no ocurre, el cuerpo lúteo disminuye y comienza un nuevo ciclo con la llegada de la menstruación. Es la fase más constante y suele durar alrededor de 14 días.

 

Hormonas y sus Roles:

Las hormonas desempeñan roles cruciales en cada fase del ciclo. El estrógeno, también influye en el bienestar emocional y físico. Es el impulso detrás de la energía renovada y la sensación de vitalidad que muchas mujeres experimentan después de la menstruación.

La progesterona, también puede afectar el estado de ánimo y la retención de líquidos. El equilibrio entre estas dos hormonas es esencial para un ciclo menstrual saludable, y desequilibrios pueden manifestarse en síntomas como cambios de humor, dolores en el pecho y alteraciones en el patrón de sueño.

Síntomas y Cambios Asociados:

Entender las fases y las hormonas arroja luz sobre los síntomas y cambios que muchas mujeres experimentamos. Durante la Fase Folicular, por ejemplo, es común sentir un impulso de energía y vitalidad. Sin embargo, algunas mujeres pueden experimentar sensibilidad en los senos o cambios en la piel debido a las fluctuaciones hormonales.

La Fase Lútea, por otro lado, puede caracterizarse por cambios de humor, retención de líquidos y sensibilidad emocional. Reconocer estos síntomas no solo permite a las mujeres anticipar y gestionar mejor sus vidas diarias, sino que también destaca la interconexión entre la salud física y emocional durante el ciclo menstrual.

 

Influencia en la Fertilidad y Salud General:

El ciclo es un indicador clave de la salud general. Irregularidades en el ciclo menstrual pueden señalar desequilibrios hormonales, problemas de tiroides o estrés crónico. Además, el conocimiento de las fases del ciclo puede ser una herramienta valiosa para aquellas que están planificando embarazos o simplemente para saber si tenemos un ciclo saludable, porque ciertos desequilibrios nos pueden llevar a una infertilidad funcional.

 

Conclusión:

En resumen, el ciclo menstrual debe ser explorado y entendido en su totalidad. Cada fase, dirigida por sus propias hormonas, es esencial para mantener el cuerpo femenino en armonía. Al profundizar en las fases y las hormonas proporcionamos a las mujeres las herramientas para comprender y saber gestionar los cambios, también es muy común normalizar tener dolores durante el periodo, pero hay que tener en cuenta que cualquier molestia o dolor no debería ser normal y debemos acudir a profesionales a que nos ayuden.

SALUD FEMENINA: EL SUELO PÉLVICO

La salud femenina es un tema que merece una atención constante en nuestras vidas. Mantener un equilibrio en nuestra salud es esencial para llevar una vida plena y activa. Sin embargo, uno de los aspectos que a menudo pasa desapercibido es la salud del suelo pélvico. En este artículo, exploraremos en detalle la importancia de la salud del suelo pélvico en la vida de las mujeres, ya que, durante mucho tiempo ha sido un tema tabú pero a día de hoy cada vez le estamos dando más importancia.

¿Qué es el suelo pélvico?

Es una estructura anatómica en forma de hamaca ubicada en la parte inferior de la pelvis. Está compuesto por una red de músculos, ligamentos y tejido conectivo que actúan como un soporte para los órganos pélvicos. Se extiende desde el coxis hasta el hueso púbico, que se encuentra en la parte delantera del cuerpo, pasando por los huesos encima de los cuales nos sentamos. Estos músculos desempeñan un papel crucial en diversas funciones, entre ellas encontramos:

  • Control urinario y fecal.
  • Soporte de los órganos pélvicos
  • Papel importante en la función sexual de ambos sexos.
  • En el embarazo, porque acoge al feto durante su crecimiento y ayuda en el momento del parto.

Se adapta a los movimientos del cuerpo, trabajan de forma parecida a una cama elástica dando soporte a los órganos de la pelvis. Además va en concordancia con el diafragma,  cuando el diafragma baja para permitir al aire entrar en los pulmones, de alguna manera, empuja las vísceras abdominales hacia abajo, por lo que el suelo pélvico responde a este empuje permitiendo y amortiguando ese descenso con una ligera contracción si este fuera excesivo.

¿Por qué la salud del suelo pélvico es esencial para las mujeres?

Es debido a una serie de eventos y cambios fisiológicos en sus vidas, como el embarazo, el parto y la menopausia. Estos eventos pueden ejercer una presión adicional sobre el suelo pélvico y aumentar el riesgo de problemas relacionados.

1. Embarazo y parto: Durante el embarazo, el útero en crecimiento ejerce presión sobre el suelo pélvico. El parto, especialmente el parto vaginal, puede causar un estiramiento adicional de estos músculos. El fortalecimiento del suelo pélvico durante y después del embarazo puede ayudar a prevenir la incontinencia urinaria y otros problemas asociados.

2. Menopausia: La menopausia trae consigo una disminución de los niveles de estrógeno, lo que puede debilitar los músculos del suelo pélvico y contribuir a la incontinencia urinaria y el prolapso de órganos pélvicos. La salud del suelo pélvico se vuelve aún más crucial en esta etapa de la vida.

3. Envejecimiento: A medida que envejecemos, los músculos del suelo pélvico pueden debilitarse. El fortalecimiento constante es esencial para mantener una buena calidad de vida a medida que envejecemos.

Lo ideal es mantener nuestro suelo pélvico bien preparado y fuerte para evitar problemas durante estas etapas.

La salud femenina es un tesoro que debemos proteger, y el suelo pélvico es un componente esencial de este cuidado. Al tomar medidas para fortalecer y cuidar tu suelo pélvico, puedes disfrutar de una vida más saludable y activa, independientemente de la etapa de la vida en la que te encuentres. No subestimes la importancia de este aspecto de tu salud y, en caso de preocupaciones, consulta con un profesional de la salud. Tu bienestar lo merece, y cuidar de tu suelo pélvico es una inversión en tu calidad de vida a largo plazo.

BIBLIOGRAFÍA

López Álvarez, R.; García E: «Tu suelo pélvico. Ese gran desconocido. Descubre como puedes cuidarlo durante toda tu vida«. Libros cúpula. (2018)

Simpson, J.: Cómo cuidar el suelo pélvico. Todo lo que necesitas saber para prevenir y curar problemas en cada etapa de tu vida. Rocaeditorial. (2021)